Las víctimas suelen contar con la ayuda de sus seres queridos, cónyuges, hijos y familiares, que sufren a diario las consecuencias de la enfermedad. La toma de conciencia del origen de su patología, es decir, el uso de plaguicidas, requiere a menudo un apoyo para obtener el reconocimiento como enfermedad profesional.
Así nació la asociación Phyto-Victimes. Movilizarnos juntos, perseguir a los responsables y comprometernos para que «esto se acabe», para que no haya más enfermos.
En Francia, los diputados luchan por conseguir la prohibición de los productos fitosanitarios y un fondo de compensación para las víctimas. Pero el reconocimiento de ciertas patologías vinculadas a los pesticidas como enfermedades profesionales sigue siendo complicado. La lucha por la salud medioambiental acaba de empezar…